Montaña
Avanzar hacia lo desconocido.
Disfrutar de la naturaleza y los elementos.
Viajar hasta el fin del mundo y no solo donde marca el asfalto.
Un menú que sabe a libertad condimentado con especias de aventura.
Cortar el viento lejos de la civilización en busca de experiencias inolvidables, con el deseo infinito de afrontar desafíos.
El ciclista de montaña supera las condiciones más difíciles: en los lodazales salpica el barro, la inmensidad se pierde en el horizonte, el polvo de los caminos ciega la vista y desgasta las monturas.
Todo esto lo vive como una fiesta, recorriendo los senderos por el puro placer de pedalear.